Pongamos que uno de esos puntos es mi amiga Carmiña, y el otro soy yo. La línea que une esos puntos comenzó en un curso de jazz en Zarautz, en el año 2005. El mismo momento y lugar donde conocí a quien hoy es mi marido. Tenemos algunos amigos en común y hemos coincidido en alguna ocasión más. Pero en ninguno de esos momentos fui capaz de descubrir el tesoro que había delante de mí. Sí, tesORO.
El año pasado tuve que examinarme de cinco asignaturas de un master. Entré por primera vez en un aula lleno de estudiantes con apuntes perfectamente subrayados, encuadernados y esquemas maravillosos. Digamos que estaba en un mundo nuevo (14 años de conservatorio, poco tienen que ver con el ambiente universitario al uso). Un mundo nuevo y sola.
Era el momento y lugar perfecto para